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jueves, 27 de noviembre de 2014
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Concierto en el Parque
La Chica que Cruzaba el Parque
Detrás de estos bonitos ojos,
quizás no hay nada para ti
ni para mí, me dijo.
La encontré una tarde
En que preferí hacer el camino del puente.
Solía verla pasar por el parque junto al estanque:
Solitaria, blanca y ausente.
Recibió mi saludo distraída pero amable,
Lo fue todas las veces que nos reunimos,
La gente podía ver a dos jóvenes
Que sonreían y se miraban a los ojos,
Pero a ella no le importaba el feliz presente
Sino el deambular incesante
Por los pasillos de su mente.
°
quizás no hay nada para ti
ni para mí, me dijo.
La encontré una tarde
En que preferí hacer el camino del puente.
Solía verla pasar por el parque junto al estanque:
Solitaria, blanca y ausente.
Recibió mi saludo distraída pero amable,
Lo fue todas las veces que nos reunimos,
La gente podía ver a dos jóvenes
Que sonreían y se miraban a los ojos,
Pero a ella no le importaba el feliz presente
Sino el deambular incesante
Por los pasillos de su mente.
°
Un Cuento en la Noche
Mapas y rutas llevadas por el viento
Mensajes clavados sobre el cerco roto
Tú sombra bajo el farol
Noche de desatinos y vino agrio
Noche de bengalas y sueños inconclusos
En el cielo polvo de plata,
Queridos fantasmas…
¿Dónde vas esta vez?
A la fiesta de los deseos perdidos
Algodón de azúcar
Al baile de los pasos inciertos
Te empeñas en borrar las huellas
Quisieras creer…
°
°
El
Puente de los Sueños
Iré por el río, volveré… Estaré entre
los árboles esta noche. Cruzaré el puente de madera… Gira el viento, gira la
visión.
Quisiera estar a solas contigo, pero
tenemos que esperar en un bar cercado por el agua. Nos atiende una mesonera sin
vocación. Un pintor de casas, con botas y una copa en la mano aparece en el
umbral.
Pensaba viajar al lugar dónde se
guardan todas las nubes pero ya no es posible… Sólo quería caminar por siempre
tras el resplandor de tu atardecer.
°
Bonita
Modelas sin intención, al lado del
jarrón y las flores.
Abro el Libro de las Maravillas y veo un
gato blanco sobre un muro rojo Y pienso en tu vestido y tu pelo negro.
El pintor no pinta, te imagina o sueña
contigo si tiene suerte.
Me asomo a la ventana, la tarde tiene
un resplandor antiguo. Salgo al patio, aspiro el aire húmedo y vuelvo a entrar
pensando en una canción para ti.
Es verano y llueve, un ángel amable
cruza la noche, alas blancas, alas negras golpean mi ventana.
°
°
CONCIERTO EN EL PARQUE - Poemas de Ignacio Barrientos F.
Edición 2014.
sábado, 15 de noviembre de 2014
Algo más sobre Patrick Leigh Fermor
Brindis por el héroe, viajero y amante
El homenaje al escritor Patrick Leigh Fermor se animó con dos botellas de vino Tokay
JACINTO ANTÓN Barcelona 15 NOV 2014 - 00:08 CET
Cuatro gatos justos, y de ellos dos llegados de Barcelona, nos juntamos la semana pasada en Madrid para recordar a Patrick Leigh Fermor (1915-2011), el gran escritor de viajes y héroe de guerra, protagonista de esa sensacional hazaña que fue el secuestro del general Kreipe en Creta en 1943, y autor de algunos de los libros más hermosos que pueda leerse.
Lo que no tuvo de masiva la convocatoria —pese a que a mí me anunciaron como Jacinto Benavente, que es un punto— lo tuvo de emotiva, en especial gracias a las dos botella de vino húngaro que llevé muy previsor y que animaron de lo lindo a la concurrencia. Pillé las dos botellas de un Tokaj bastante aceptable en el colmado Quílez, camino del AVE. No eran de un Disznókö Szamorondni o un Tokaji Aszü —con esos precios, jo, no es raro que Catalina de Rusia, gran aficionada al Tokay, se hiciera escoltar el suministro a San Petersburgo por un destacamento de cosacos (presumiblemente abstemios, si es que existe tal cosa)—, pero me dije que la prosa de Leigh Fermor (para el que ese vino era su madalena de Proust) ya haría el milagro de transmutar el líquido ambarino de mis botellas en una calidad superior.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/11/14/catalunya/1415988105_213842.html
miércoles, 5 de noviembre de 2014
sábado, 1 de noviembre de 2014
DYLAN THOMAS 2
Cuento de Invierno *
Es un cuento de invierno
que el anochecer ciego de nieve transporta sobre los
lagos
y los campos flotantes de la granja en la copa de los valles,
sobre el pálido aliento del rebaño en la vela furtiva,
que resbala apacible entre los copos plegados con la mano
y los campos flotantes de la granja en la copa de los valles,
sobre el pálido aliento del rebaño en la vela furtiva,
que resbala apacible entre los copos plegados con la mano
y sobre las estrellas que se entregan al frío,
y el olor del heno entre la nieve y el remoto búho
que da consejos entre los rebaños y el helado refugio
unido con el humo blanco-oveja de la granja encapuchada
en los valles cruzados por los ríos donde se dijo el cuento.
y el olor del heno entre la nieve y el remoto búho
que da consejos entre los rebaños y el helado refugio
unido con el humo blanco-oveja de la granja encapuchada
en los valles cruzados por los ríos donde se dijo el cuento.
Una vez mientras el mundo envejecía
sobre una estrella de fe pura como el pan a la deriva,
como el alimento y las llamas de la nieve,
sobre una estrella de fe pura como el pan a la deriva,
como el alimento y las llamas de la nieve,
un hombre desplegó los rollos de fuego que ardían en
su corazón y en su cabeza,
atormentado y solo en una granja, en un rincón del campo.
atormentado y solo en una granja, en un rincón del campo.
Y así se abrasó entonces,
en su isla encendida anillada por la alada nieve
y en los estercoleros blancos como lana
y entre los palos del gallinero que se duermen helados
hasta que la aurora peina los patios embozados y los hombres del día
en su isla encendida anillada por la alada nieve
y en los estercoleros blancos como lana
y entre los palos del gallinero que se duermen helados
hasta que la aurora peina los patios embozados y los hombres del día
marchan con sus azadas, tropezando,
y se desperezan los rebaños, y tímido el gato
ratonero se asoma
y los pájaros erizados saltan a cazar y las lecheras dulces
arrastran sus zuecos sobre el cielo caído
y toda la granja despierta a sus blancos quehaceres.
* Este fragmento de Cuento de Ivierno fue publicado antes en El Mirador de Los Pinos
y los pájaros erizados saltan a cazar y las lecheras dulces
arrastran sus zuecos sobre el cielo caído
y toda la granja despierta a sus blancos quehaceres.
* Este fragmento de Cuento de Ivierno fue publicado antes en El Mirador de Los Pinos
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